Langalay es el título de este verso escrito en lunfardo bien reo.
Es de Carlos de la Púa, poeta y periodista. Su verdadero nombre fue Carlos Muñoz del Solar, también conocido como el Malevo Muñoz; nació en La Plata en 1898 y murió en 1950. Su poesía fue exclusivamente lunfarda y trabajó y frecuentó con los más grandes escritores de la época. Uno de los más brillantes poetas lunfardos. Acá va:

Vivió sacándole punta al coraje.
Prepotente y cabrero,
le gustaba clasificar los puntos del reaje,
y a los que no sabían guapear
les ponía cero.
Conocía el santo y seña del cuchiyo,
usaba taco alto
y escupía por el colmiyo.
Del cogote, como un escapulario,
le colgaba un prontuario de avería.
(Al barrio de Las Ranas
hizo temblar con sus macanas.)
Hoy el progreso lo empujó para Villa Madero.
Una mina con cancha le sacó las virutas de cabrero
y el amor al hijo lo hizo amainar.
Sólo conserva de recuerdo un suncho
grabado en la tarimba de un plenario
con estas ocho letras bravas: Langalay.

 

Muy bueno, aún y cuando De la Púa, se ríe acá de la métrica poética y del rimado ortodoxo. Y aún más cuando escribe cuchiyo y colmiyo, con "y". Es, justamente, como lo hubiera escrito cualquier malevo suburbano.