El tango “hace veinte años estaba agonizando y casi muere; el baile fue el que lo revivió y lo hizo potente” sentenció Mora Godoy esta semana en España, donde prepara su espectáculo “Milonguera” junto a Guillermo Fernández y el bailarín Hugo Patyn.

Mora, contundente, sostuvo además que “hoy es mucho más importante la movida coreográfica que la de la música”, para insistir luego en que “es así gracias a todos los bailarines que venimos trabajando durísimo para que el tango esté donde está” subrayó.

Estas categóricas afirmaciones dan para la reflexión y, seguramente, para la polémica entre los tangueros y la gente de la cultura argentina en general.

Porque si esto es como lo define la coreógrafa –que algo sabe de esto-: ¿qué pasó en los últimos tiempos con la creación en la composición y el canto? ¿Están a retaguardia del baile?

Apenas una opinión de “Tomás Buenos Aires”, apenas, es que la composición y el canto en el tango están en desventaja respecto al baile, pero ciertamente éste es el que ha sostenido al género tras el apogeo de lo piazzoliano.

Mientras la composición y el canto juegan con dos cincos y un cuatro, el baile lo hace con el siete “bravo” y dos ases y quien no sepa truco que lo aprenda, que es muy divertido y bien argentino.

Porque el baile es por naturaleza espectáculo y lo es sobre todo para el turismo y la gente de otro país que pagan con dólares y euros. Además, es diversión a nivel milonga para argentinos y extranjeros.

En cambio, la composición y el canto tanguero integran, paradójicamente en la Argentina, un género subalterno para las compañías discográficas, que además pagan en pesos devaluados.

Así que la ventaja existe. Igualmente, la tarea de los bailarines de tango, profesionales o no, resulta en una cruzada de reivindicación tanguera que debe reconocerse con esa importancia.

De vuelta
Pero volvamos a Mora Godoy que despertó esta polémica. La periodista española le preguntó, con justeza, que si es tan importante la pata del baile en el tango actual ¿por qué los bailarines gozan de una peor situación que los músicos?

“Porque los bailarines estamos desunidos; no hay un sindicato ni nadie que nos proteja, falta cuidado y respeto” respondió Mora. No obstante la queja, y reclamo, la artista subrayó a la entrevistadora del periódico “ABC Cultura” de España que “lo que está pasando con el tango es muy fuerte” en Argentina.

¿Cree que el tango es machista?, fue la siguiente pregunta siempre presente en un reportaje a las mujeres del tango. La bailarina respondió: “ya rompí con esa barrera y convivo muy bien con el machismo del tango, tanto de mujeres como de hombres, y eso es porque me siento querida”.

Mora Godoy, categórica; contundente, polémica. Hermosa. Punto.