Bailarina, coreógrafa, directora y productora de espectáculos, Milena Plebs, sostuvo que “el baile del tango prende en todo el mundo, porque tanto a las mujeres como a los hombres les permite volver al instinto”, en una definición y síntesis que merece ser rescatada y difundida para la reflexión entre los amantes del género.

Con esa definición que hace cosquillas a las entrañas de tangueros y no tangueros surgida de la investigación, Milena cree responder a una pregunta que se hacen los amantes de esta música y danza: ´¿Qué es lo que seduce del tango?´.

Junto a María Susana Azzi, filósofa y escritora argentina con una larga trayectoria en la investigación sobre tango, se propuso indagar en las razones del éxito de este baile en el mundo de una manera casi artesanal: preguntar a sus alumnos por qué bailaban tango a través de un cuestionario directo.

Las respuestas condujeron a Plebs a concluir que el baile del tango puede abordar el planeta porque resalta lo vital, lo que es indispensable para la vida, lo esencial de la raza humana en cualquier momento de la historia: lo femenino y lo masculino.

Dijo la coreógrafa: “estamos hablando de un baile de pareja abrazada en el cual el hombre tiene el rol activo de creación, conducción y guía del baile, y la mujer tiene una parte receptiva de acople y recreación de esa propuesta que recibe; entre los dos forman una unidad: como el símbolo del ying yang, uno no existe sin el otro”.

Siguió Milena con su razonamiento: “y aquí aparece lo primario de lo femenino y masculino, una representación relacionada con la sexualidad en donde el hombre es el que inicia, tiene la parte activa y de alguna forma avanza para que la mujer reciba: ahí se está jugando una interacción que es universal”.

“El secreto que esconde el baile del tango –continuó la destacada bailarina- es que permite encausar la íntima necesidad de encontrarse con lo femenino y lo masculino en estado primario” afirmó Plebs durante una entrevista en la revista argentina “Enie” realizada días atrás.

Opinó luego que “en estos últimos cincuenta años, con las variaciones que tuvo el lugar de la mujer en la sociedad –liberación sexual por medio– se han producido muchos cambios en la relación hombre-mujer, cambios que vivimos, disfrutamos y sufrimos día a día. La mujer tomó mucho poder, mucha autonomía, mucha acción. Los hombres andan un poco desorientados y la mujer tiene mucha confusión en el reclamo de igualdad: una cosa es igualdad en relación a los puestos de trabajo y a las posibilidades de desarrollo en la sociedad pero otra cosa es creer que mujeres y hombres somos iguales. No lo somos ni biológicamente, ni en la forma de pensar, ni en los gustos, ni en muchas otras cosas“ refirió Milena.

Sintetizó luego que “el baile del tango nos desafía y nos compromete. Noche a noche la condición de lo femenino y lo masculino –sea lo que fuere semejante entelequia– se pone a prueba y se resignifica en el cuerpo a cuerpo de las milongas bravas. No se trata de un retroceso a lo primario sino, por el contrario, de reintegrar ese estímulo esencial a lo que somos".

Concluyó la coreógrafa que: “en definitiva, el tango te permite volver al instinto”.

Milena Plebs es una de las protagonistas del resurgimiento del tango a partir de la danza desde su participación en el mítico show Tango Argentino (1983), pasando luego por la saga de Tango X 2. Tras estos hitos tangueros su carrera se personalizó abordando la coreografía, la producción de espectáculos del género y la enseñanza del baile. Lo demostró con estos dichos.