La milonga está a pleno en Cánning, sábado a la noche que se va a alargar hasta el cierre que es tradición con “La Cumparsita”.

Tomás, baila con Nora; la tanda es del gordo Troilo con Francisco Fiorentino en la voz, dúo de lujo, esencia de tango. Si hay que bailarla es música para tirar caminadas, los ochos atrás, alguna corrida y sacadas de izquierda y derecha… si es que sabés bailar. Tomás, es todo nacional y popular como el tango… pero le faltan kilómetros de pista, así que caminar y ocho atrás es todo su repertorio… “Sus” bailarinas lo bancan, aunque ya anda más firmetex en la pista: dejó de contar los pasos, no arruga para sacar a bailar a las que, sabe, le van a salir y haciendo lo suyo va seguro.

Termina la tanda, y Nora, con años de bailarina, que le dice: “ya bailás mucho mejor Tomás, buscá encontrar más el eje y vas a ver qué bien vas a andar”.

“El eje”… palabra que te despachan en la primera clase de tango, sin decirte qué es y con la promesa de que nadie nunca te lo va a decir. Y con eso ya empezás a pensar que el tango no es para vos… que va a ser tan difícil aprender, así que "mejor lo pienso bien y… no sigo…"

“El eje”… palabra que, si no sabés qué quiere decir, te hace sentir una nada de tipo o de mina… Una bazofia del dos por cuatro.

El nuevo lo siente más o menos así cuando sin piedad le tiran la palabrita y no tenés ni idea: “venís a bailar tango y no sabés lo que es el eje flaco…” y entonces, como te sentís más insignificante que una pulga te da vergüenza preguntarle al troesma “¿jefe, qué es el eje?”. Todos sus maestros le hablaron de “encontrar el eje” y nunca le soplaron qué es eso, ¿un fierro que hay que atarse entre las patas para aprender a bailar?

Después que Nora, al terminar la tanda, le aconsejó que lo encontrara, al “eje”, Tomás volvió a la mesa dispuesto a jugarse y le preguntó a su compañero de mesa, milonguero viejo él: “me podés decir qué es el eje che, que todos me hablan de él y yo no lo puedo encontrar…”.

No hubo dudas del veterano para responder la pregunta: “mirá pibe, yo tengo veinte años de milonga y tampoco lo pude encontrar; para el que dice que encontró ´el eje´ quiero creer que es más o menos esto, papi: bailá con el cuerpo derechito y sos vos el que manda los movimientos… los movimientos tuyos y los de la mina, sin perder el equilibrio… firme y derecho en tu lugar y elegante al moverte. Eso debe ser bailar en el eje, porque eso es bailar el tango. El lo que te llega después de bailar kilómetros de pista hasta que aprendiste el tango pibe… Así que, chabón, ¡empezá a encontrar cómo se baila bien el tango y olvidate del “eje” y otros chamuyos que complican al nuevo! ¡Cuando aprendas a bailar bien, el "eje" te llega solo fiera!".